Figura de Vladimir Putin
Resalta un liderazgo muy potente y buena oratoria.
Gracias a estas características, por lo general, existe una moral muy elevada (confianza, seguridad, etc.) entre los civiles rusos y hacia el presidente.
Aunque la guerra contra Ucrania no presume de grandes avances, la figura de Putin logra ensombrecer este apartado y desviar la atención hacia otros más favorecedores.
Internacionalmente, la figura de Putin es tan marcada que si piensas en Rusia, seguramente la imagen que venga a tu cabeza sea la de Putin.
Bando bueno vs malo
Putin, reiteradamente señaliza a Rusia como víctima y dice estar rodeada de agresores; como Ucrania y la OTAN. Además, culpabiliza a terceros (OTAN) de haber provocado la guerra con Ucrania.
Bajo la barrera del victimismo, la protección y el deber, excusa los actos que «se ve obligado» a tomar como presidente. Por ejemplo, el continuo castigo (sanciones, traiciones…) a Rusia «obliga» su suspensión en el acuerdo sobre el control del armamento nuclear firmado con Estados Unidos.
La gloria de Rusia
Durante todo el discurso, se desvía la atención de la guerra y se centra en glorificar lo que sucede internamente en el territorio:
La economía no se ha resentido especialmente y en cuanto a las sanciones impuestas por Europa, no han resultado de mucho éxito. Esto refuerza su poder e influencia tanto en plano nacional como internacional.
Las sanciones, no tienen un único objetivo de debilidad económica sino también de revuelta ciudadana en contra del gobierno (tensiones económicas). De esta manera, la guerra contra Ucrania podría frenarse desde el epicentro sin intervención directa de terceros.
Por otro lado, Putin alardea de una economía fuerte e incluso, anuncia la subida del salario mínimo. Este anuncio lanza un claro mensaje de poder.
Se trata de una estrategia para mantener la confianza de sus ciudadanos y mandar un mensaje de influencia/poder internacional. ¿Poder realista o de farol? Sería imprecisa una respuesta.